Aunque la contaminación ecológica sigue afectando a los habitantes de la zona del río Sonora, el gobierno federal extinguió irresponsablemente y en total opacidad, en febrero pasado, el fideicomiso de 2 mil millones de pesos destinados a la reparación de daños ambientales y materiales ocasionados por el derrame de Grupo México en 2014, reprobó Alfonso Durazo Montaño.
El líder de MORENA en Sonora propuso la reapertura del fondo y reprochó que las autoridades no revelaran cómo atendieron a los damnificados, ni cuáles fueron los criterios para entregar los apoyos, o cómo se invirtieron los recursos del fondo, los cuales fueron declarados de carácter privado por un juzgado, a pesar de que el fideicomiso era presidido por funcionarios de gobierno.
“El gobierno federal y el estatal, así como Grupo México, incumplieron sus compromisos con los habitantes de la zona: de 36 plantas potabilizadoras de agua determinaron que instalarían sólo nueve, y de esas sólo una fue construida finalmente en Bacanuchi y se encuentra fuera de operación por falta de pago de energía eléctrica. Los pozos de agua nunca fueron reubicados y un juez determinó recientemente que dos de ellos en Sinoquipe y La Labor, tienen altos niveles de arsénico y manganeso”, informó.
Para MORENA, dijo, la deuda con los habitantes afectados del río Sonora es un expediente abierto, muestra de los malos gobiernos que echan al olvido las demandas de la población. MORENA se compromete a brindarles justicia y tomar las acciones que permitan restaurar el equilibrio perdido del medio ambiente de su región.