No hay que olvidar, con todas sus virtudes y defectos, que Napoleón Gómez Urrutia ha sido un perseguido político, y en el sindicalismo mexicano ha sido la única voz que se ha expresado contra Grupo México por las condiciones laborales de sus trabajadores, aseguró Alfonso Durazo Montaño.
En entrevista con Luis Alberto Medina, en el programa Proyecto Puente, el líder estatal de Morena explicó que no es verdad que el polémico líder minero haya defraudado a su sindicato por 55 millones de dólares, ya que la mitad de esta cantidad ya le fue entregada a los sindicalizados y la otra mitad se encuentra congelada por el proceso judicial, lo cual fue desmostrado por una auditoría de la firma suiza Horwart Berney Audit.
Durazo Montaño explicó que la persecución contra Gómez Urrutia, que abarca los últimos tres sexenios, se dio por su denuncia del accidente industrial en la mina Pasta de Conchos, en Coahuila, propiedad de Grupo México, que privó de la vida a 65 mineros en 2006.
El fondo del asunto, dijo, es que antes de la embestida legal contra el líder sindical los trabajadores mineros tenían mejores condiciones laborales, mismas que han empeorado para favorecer los intereses económicos de la empresa de Germán Larrea.
Sin embargo, aclaró, Napoleón no es una blanca paloma y el acercamiento con Andrés Manuel López Obrador no lo purificó; fue su decisión de romper con el sistema lo que lo ha redimido políticamente.
“Nosotros no vamos a dar un paso atrás en la postulación de Gómez Urrutia porque, nos cueste lo que nos cueste, no nos vamos a plegar a los intereses de Grupo México y de otras mineras que quieren desplazarlo para poner gente cómoda a sus intereses”, reiteró Durazo Montaño.
El político sonorense concluyó asegurando que Morena no será pelele de Grupo México y que se llevará la fiesta en paz, ejerciendo siempre el poder en función de los intereses de la gente.