Por Alfonso Durazo Montaño
Con la llegada del nuevo año expreso a todas y todos los sonorenses mi deseo personal de que este 2016 sus sueños de salud, paz, amor y bienestar formen parte de su realidad cotidiana, así como de la de sus seres queridos.
No obstante los profundos desafíos que hay en nuestro camino para que en el país imperen la justicia y las oportunidades de educación, salud y empleo para todos, tengo esperanzas fundadas de que muy pronto llegará un mejor futuro para los mexicanos en general y para los sonorenses en particular.
Precisamente porque no se trata de una aspiración fácil de conquistar, vale recordar que en la culminación de ese objetivo todos los pasos cuentan, por pequeños que a veces parezcan. Una actitudes personal de bondad, nobleza y generosidad hacia nuestro prójimo es tan valiosa como una acción política consistente. Así es que deseo también que a los esfuerzos políticos que en ese sentido estamos ya realizando millones y millones de ciudadanos por lograr un cambio verdadero en nuestro país, se sume esa sensibilidad auténticamente humana de todas y todos los sonorenses.
Con humildad y sencillez estemos a la altura de ese sentimiento de cambio que crece en todo el país, y que se aproxima como un amanecer gracias a las luchas de miles que resisten e insisten; gracias al ejemplo de tantas y tantos que han perdido el miedo al miedo y que con su actitud nos señalan el camino a seguir.
Convoco específicamente a la militancia de Morena en el estado, a «no engañar, a no mentir ni hacer tropelías y, sobre todo, a no traicionar a nuestros representados, como hacen tantos y tantos pillos» de otros partidos políticos. Cualquier ciudadano afín a nuestra organización debe tener una vinculación orgánica con tales valores. De hecho, esa es la razón por la que Morena, aun sin ser perfecta, se ha convertido hoy la única opción política para impulsar un cambio verdadero en México.
Por ello comparto también con ustedes mi convicción de que, pese a eventuales errores e insuficiencias en esta lucha ya histórica, ese sueño, el de un México justo y digno, muy pronto, muy pronto, será nuestro.
De nosotros depende que así sea.
(Publicado el 31 de enero de 2015).