El estado de Sonora lleva por lo menos dos años prácticamente sin crecimiento económico, lo que representa una situación que amerita acciones urgentes para frenar el estancamiento y reactivar el desarrollo, declaró Alfonso Durazo Montaño.
El líder de Morena hizo referencia al Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (Itaee) del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), cuyas cifras colocan a nuestro estado en el lugar número 27 a nivel nacional con el más reducido crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), sólo por delante de Veracruz, Michoacán, Tabasco y Chiapas.
“Es muy lamentable que un estado con un enorme potencial como el nuestro haya crecido a tasas mediocres de .10 por ciento en 2014 y .81 por ciento en 2015, el último lugar en la zona fronteriza. Nuestros vecinos de Baja California, Chihuahua y Sinaloa se encuentran entre las entidades con los mejores desempeños en su PIB a nivel nacional”, señaló Durazo.
El líder progresista cuestionó la política de desarrollo económico de la anterior administración estatal panista y mostró reservas sobre los resultados del nuevo gobierno priista para generar tasas de crecimiento superiores a la media nacional.
“No hay nada en el desempeño del nuevo gobierno priista que nos indique que harán algo distinto a lo que hicieron los panistas entre 2009 y 2015; ambos partidos son las dos caras del continuismo en Sonora y en México”, afirmó.
Para revertir esta tendencia Durazo propuso un plan de recuperación y expansión económica de cinco puntos básicos:
1. Programa de austeridad en el gasto corriente superfluo del gobierno y eliminación a fondo de los privilegios de la alta burocracia.
2. Esquemas genuinos de combate a la corrupción para frenar el origen de la decadencia en Sonora, donde los políticos ladrones privatizan la riqueza y socializan la pobreza.
3. Decisiones políticas efectivas para recuperar los recursos desfalcados por el anterior gobierno panista.
4. Programa construcción de infraestructura pública centrada en mejorar la productividad del estado y en la generación de empleos mediante el uso intensivo de mano de obra y no de maquinaria, de tal forma que se beneficie a los sonorenses que más necesitan de trabajo y se dinamice el mercado interno.
5. Reorientación del presupuesto hacia prioridades sociales y de impulso económico, comenzando por el apoyo a pequeños productores agropecuarios, hoy marginados de las instituciones de crédito.