La renuncia del alcalde de Hermosillo, Manuel Ignacio “Maloro” Acosta, en un momento tan crítico como el que vive Hermosillo, no es una decisión responsable ya que deja en el abandono, sin solución e incluso agravados muchos de los problemas que asumió al llegar a la alcaldía, aseguró Alfonso Durazo Montaño.
“Su gobierno deja una cantidad impresionante de saldos pendientes: un programa de alumbrado público privatizado que ni siquiera ha llegado al 30 por ciento de cobertura, una situación de inseguridad muy grave con incrementos del 45% en robos a casa habitación, 41% en robos a comercio y un alarmante aumento en la percepción de la inseguridad por los hermosillenses, que pasó del 68% en 2016 a 75% en 2017”, agregó.
El presidente estatal de Morena afirmó que el ahora exalcalde le asestó graves golpes a la economía de los ciudadanos, como el incremento desmedido en las multas de tránsito, la subida del 65% en las tarifas del agua potable y la instalación de 10 paradas de camión de mala calidad por un monto de 24 millones pesos; mientras, la situación financiera de la ciudad está en una situación crítica, ubicándose en el cuarto lugar de las ciudades más endeudadas de México, con mil 839 millones de pesos.
Es realmente lamentable que el alcalde pasara de un “Hermosillo con todo” en su campaña, para acabar, en la realidad, con un“Hermosillo con más de los problemas de siempre (y aumentados)”, finalizó Durazo.