Por Alfonso Durazo Montaño, presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Sonora.
Ayer domingo cerramos en el Puerto de Veracruz la campaña de nuestro candidato a gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, con un magnífico evento, al que acudieron miles y miles de militantes y simpatizantes de MORENA.
Ante el hoyo negro de corrupción, impunidad y autoritarismo que es el desgobierno de Javier Duarte y el más de lo mismo que representan las candidaturas de Miguel Ángel y Héctor Yunes, MORENA creció en Veracruz porque la gente, como en todo México, ya está harta.
La inmensa mayoría de los veracruzanos está diciendo basta a la violencia, la inseguridad, el deterioro económico y el voraz y cínico saqueo de los partidos de siempre.
El PAN y el PRD juegan hoy a ser opositores, pero en realidad, cuando son gobierno, no son más que cómplices de una triple alianza que encabeza el PRI y que hoy tiene a Veracruz y al resto del país hundido en la descomposición social.
Frente al crecimiento de MORENA en las preferencias electorales de la mayoría de los veracruzanos, la desesperación de nuestros adversarios es cada vez mayor.
Ayer mismo, compañías de autobuses cuyos servicios rentó y pagó MORENA para trasladar a nuestros militantes del interior del estado al cierre de campaña de Cuitláhuac, simple y sencillamente no se presentaron a brindar el servicio y dejaron varada a la gente. Lo hicieron por instrucciones de Javier Duarte.
Muchos simpatizantes de MORENA que venían a nuestro cierre fueron detenidos en las carreteras por la policía y despojados de camisetas, gorras y propaganda para permitirles seguir el camino. Lo hicieron, también, por instrucciones de Javier Duarte, que encabeza al gobierno más corrupto del que se tenga memoria en Veracruz, lo cual ya es decir mucho.
En Veracruz, el régimen se está derrumbando. Estamos haciendo historia. La hacemos al lado de la gente libre que ya se hartó y dice basta.
A Javier Duarte y los cómplices de su mal gobierno, a Héctor Yunes y a Miguel Ángel Yunes, a la decadencia y el engaño que representan, les decimos que no nos van a intimidar.
El cambio verdadero viene con Cuitláhuac y no podrán detenerlo.